domingo, 14 de noviembre de 2010

EL NARGUILE,LA CACHIMBA,EL CANNABIS

El narguile, la cachimba, el cannabis: atención, están muy de mo

Artículo Tabla de contenidos
Tabaco
Cifras y componentes del tabaco
El tabaco: estadísticas alarmantes que hay que conocerLo que contienen los cigarrillos, los puros, las cachimbas y los bidisLa cachimba o narguile: atención, muy de moda entre los jóvenesTabaco: consecuencias sobre la salud
El efecto nocivo del tabaco en la saludLas mujeres y el tabacoEl tabaquismo pasivoLos beneficios sobre la salud de dejar el tabaco: ¿sabía usted que dejar de fumar podría ser tan beneficioso?Dejar de fumar y pérdida de peso
No quiero dejar de fumar porque tengo miedo de engordarAdicción al tabaco
¿Por qué tanta dependencia del tabaco?Comprobar su dependencia al tabacoComprobar su motivación para dejar de fumarDejar de fumar
Conocer las dificultades encontradas cuando se deja el tabacoLos trucos y astucias para no volver a sentir la tentación de fumarEl éxito de los sustitutos de nicotinaLos medicamentos para dejar de fumarLas terapias comportamentalesDarse el máximo de oportunidades para conseguirlo: consultar un tabacólogoLos métodos no eficaces y las estafas


La cachimba está compuesta por 25% de tabaco mezclado con melaza y aroma de fruta que le dan un toque ácido y perfumado que engaña a los fumadores ya que les parece anodino creyendo que esa agradable sensación no puede ser provocada por productos tóxicos.
Los riesgos de la cachimba, como por ejemplo el aumento del cáncer, bronquitis crónica o problemas cardiovasculares, se han puesto en evidencia.
Unas medidas revelan que el aumento del monóxido de carbono espirado al final de una cachimba equivale al observado durante el consumo de 2 paquetes de cigarrillos.
Un mililitro de narguile contiene más de un millón de micro partículas.
Entre 30 y 50 bocanadas de cachimba inhaladas en una hora aproximadamente, equivale a 2 paquetes de cigarrillos.
La tasa de monóxido de carbono inhalado en el narguile es 7 veces superior a la del humo del cigarrillo.
Fumar el narguile expone a riesgos de transmisión microbiana, como la tuberculosis, ya que los fumadores utilizan la misma boquilla.
El humo de una cachimba libera tanta contaminación de monóxido de carbono (CO) como 15 o 20 cigarrillos.
El humo desprendido por la cachimba es una fuente de contaminación pasiva en los lugares cerrados.
Está prohibido, desde el 1 de enero de 2008, fumar cachimba en los bares: los lugares abiertos especialmente destinados al narguile están prohibidos.


Los jóvenes que fuman el narguile son cada vez más numerosos. Más del 50% de los jóvenes de 16 años ya han fumado cachimba y aproximadamente un tercio de los adolescentes de 17 años consumen esta sustancia regularmente. La gran mayoría de ellos piensan que ello no implica ningún riesgo para su salud en comparación con el consumo de cigarrillos. Si usted les preguntara, se quedará sorprendido al obtener el mismo tipo de respuesta: “no pasa nada” “no representa un problema para mi salud” “es menos nocivo que los cigarrillos…”. Muchos adultos tienen la misma idea preconcebida del narguile.



El cannabis


El cannabis ha sido considerado durante mucho tiempo como menos tóxico que el tabaco y el alcohol.
El descenso del precio del cannabis a lo largo de estos últimos años ha contribuido en aumentar su consumo.
La edad media del primer porro son los 15 años.
La mitad de los jóvenes de 17 años que fuman cannabis presentan problemas sociales.
A menudo banalizado y considerado como poco nocivo, el consumo de cannabis tiene graves efectos sobre la salud.
El cannabis quema menos que el tabaco y produce más gas carbónico.
Fumar un canuto equivale a fumar entre 2,5 y 5 cigarros seguidos.
El efecto nefasto en los pulmones (silbidos, tos…) sería directamente proporcional al número de canutos fumados.
Los fumadores de tabaco que consumen también cannabis agravan los efectos nefastos en los pulmones y multiplican por 3,5 los riesgos de bronquitis crónica.


Por otra parte, los resultados de un análisis de 35 estudios científicos publicados en la revista Lancet en el mes de julio del año 2007 sobre el tema del cannabis han mostrado que el consumo de cannabis aumenta un 40% los riesgos de desarrollar una enfermedad mental y de trastornos psicológicos proporcionales a la cantidad de cannabis consumido: el riesgo de sufrir esquizofrenia, alucinaciones u otras psicosis aumentaría de 50 a 200% en los grandes fumadores de cannabis.
Un estudio aparecido en el año 2006 en la revista Neurology efectuado por un equipo de investigadores puso en evidencia los efectos del cannabis en la memoria, con una pérdida del 50% de la memoria inmediata en los grandes consumidores, las aptitudes intelectuales, la actividad verbal y la atención.


Fumar cannabis es 20 veces más peligroso para la salud, a igual dosis, que fumar tabaco, según un estudio neocelandés publicado en enero de 2008 por el Periódico Europeo Neumológico (ERJ). Según los autores de estos trabajos realizados con 79 pacientes con cáncer de pulmón, el humo de cannabis es dos veces más concentrado en carcinógenos que el del tabaco. La “forma de fumar” también sería la causa: los canutos se fuman sin filtro y hasta el final, lo cual aumenta la cantidad de humo inhalado.

Los investigadores hablan ya de una « epidemia » de cáncer de pulmón directamente relacionados con el consumo del cannabis.
En el grupo estudiado, el riesgo de cáncer de pulmón se multiplicaba por 5,7 en los que habían fumado más de un canuto al día durante diez años, o dos canutos al día durante cinco años. Los autores del estudio estiman que un cáncer de pulmón sobre veinte en Nueva Zelanda podría estar directamente relacionado con el cannabis.( fuentes: Relax News, enero de 2008)